miércoles, 31 de diciembre de 2014

The little boy



Ahora que los peques están de vacaciones publicaremos algo que se sale del cuaderno de bitácora de lo que pasa en clase, que se supone que es lo que debe ser un blog escolar. Pero es algo que tiene mucho interés para que reflexionemos, aprovechando este momento de cambio de año en el que acostumbramos a hacer balance y buenos propósitos para el futuro.

Traduciendo el poema "The little boy" de Helen E. Buckley resulta esta especie de cuento:




Un día un niño pequeño fue al colegio. Era un niño muy pequeño y el colegio era muy grande. Pero cuando el niño descubrió que su clase estaba justo delante de la entrada se puso contento. Y el colegio dejó de parecerle tan grande.


Una mañana después de algún tiempo la maestra dijo:
- Hoy vamos a dibujar.
- ¡Bien! -pensó el niño. Le encantaba dibujar. Sabía hacer todo tipo de dibujos: leones y tigres, gallinas y vacas, trenes y barcos. Y sacó su caja de ceras y se puso a dibujar.
Pero la maestra exclamó:
- ¡Espera! Aún no es hora de empezar.
Y la maestra esperó hasta que todos estuvieron preparados. 


- Ahora -dijo la maestra- vamos a dibujas flores.
- ¡Bien! -pensó el niño. Le encantaba dibujar flores. Y empezó a hacer preciosas flores con las ceras de color rosa, naranja y azul.
Pero la maestra dijo:
- ¡Espera! Te enseñaré cómo se hace -y dibujó una flor roja, con el tallo verde.
- Así -dijo la maestra- Ahora ya puedes empezar.
El niño miró la flor que había hecho la maestra. Le gustaba más la suya. Pero no dijo nada.
Le dio la vuelta al papel e hizo una flor como la de la maestra. Era roja, con el tallo verde.



Otro día, justo cuando el niño abría la puerta de clase él solo,la maestra dijo:
- Hoy vamos a trabajar con arcilla.
- ¡Bien ! -pensó el niño. Le gustaba la arcilla. Sabía hacer todo tipo de cosas con arcilla:serpientes y muñecos de nieve, elefantes y ratones, coches y camiones. Así que empezó a estirar y pinchar su bola de arcilla.
Pero la maestra dijo: 
- ¡Espera! ¡No es hora de comenzar! -y esperó hasta que todos estuvieron preparados.
- Ahora -dijo la maestra- vamos a hacer un plato.
- ¡Bien ! -pensó el niño- Me gustan las platos. Así que empezó a modelar unos cuantos, de todos los tamaños y formas. 
Pero la maestra dijo:
- ¡Espera! Te enseñaré cómo es -y les enseñó a todos a hacer un plato hondo.
- Así. -dijo la maestra- Ahora ya podéis empezar.
El niño pequeño miró el plato de la maestra. Y después miró los suyos. Le gustaban más sus platos, pero no dijo nada.
Volvió a amontonar su arcilla para hacer una bola. E hizo un plato hondo.



Y muy pronto el niño pequeño aprendió a esperar, y a observar, y a hacer las cosas justo igual que la maestra. Y muy pronto dejó de hacer las cosas a su manera.



Luego, sucedió que la familia del niño se mudó a otra ciudad. Y el niño tuvo que ir a otra escuela. Y su clase no estaba en frente de la entrada. Y tenía que subir unas escaleras altas y cruzar un largo pasillo hasta llegar a su clase.
Allí estaba él el primer día y la maestra dijo:
- Hoy vamos a dibujar.
- ¡Bien! -pensó el niño. Y esperó a que la maestra le dijera lo que tenía que hacer. 
Pero la maestra no dijo nada. Sólo caminaba por el aula hasta que llegó hasta donde estaba el niño.
- Es que no quieres dibujar -le dijo la maestra.
- Sí -dijo el niño.
- ¿Qué vamos a hacer?
-  No lo sabré hasta que no lo hagáis.
- ¿Y cómo lo hago? -preguntó el niño.
- Pues como tú quieras -contestó la maestra.
- ¿Cualquier color? -preguntó el niño.
- Cualquier color -contestó la maestra.
- Si todo el mundo hiciera el mismo dibujo, y usara los mismos colores, ¿Cómo sabríamos quién hizo qué y cuál era cuál ?
- Pues no lo sé -dijo el niño pequeño.
Y comenzó a dibujar una flor roja, con el tallo verde.

1 comentario:

  1. Un estupendo mensaje para tener siempre presente y saber que nuestros hijos son únicos, que hay que darles alas a su creatividad, que no se les puede comparar con su hermano, su amigo, sus primos... y tener en cuenta que "no todos valemos para todo, pero sin embargo somos los mejores en algo"... Seguro que estos Caballos pintarán pocas flores rojas con el tallo verde .-)

    ResponderEliminar

¡Sé buena persona!
Se aceptan las críticas de toda índole, pero antes de comentar piensa bien si tu comentario puede herir a alguien o no (sobre todo a los menores y sus familias).
No queremos comentarios dañinos. Los otros son bienvenidos.

De la misma forma, si algo de lo publicado te resulta ofensivo o no es de tu agrado, agradecemos que nos lo comuniques y trataremos de corregirlo.

¡Gracias!